El año 1993, la UNESCO recomendó a las autoridades educativas del mundo que debían enseñar ciencias y tecnología en todos los niveles educativos, ya que las ciencias pueden ayudar a los niños a pensar de manera lógica y a resolver problemas prácticos y sencillos, lo cual les ayudará en un futuro. También puede ayudar a mejorar su calidad de vida y a hacerlos socialmente útiles. Por otro lado las ciencias te pueden ayudar a desarrollar otros ámbitos como el lenguaje y las matemáticas. “Cuando nuestros países optaron por una educación general obligatoria de mayor duración, respondían a una necesidad ineludible, impuesta por las exigencias de la vida social y política” (Nieda, párr. 8). Esto demuestra que se deben cambiar los planes de estudios para poder orientar la enseñanza hacia la ciencia, ya que “es necesario que amplios sectores de la población, sin distinciones, accedan al desafío y la satisfacción de entender el universo en que vivimos y que puedan imaginar y construir, colectivamente, los mundos posibles” (Nieda, párr. 5). Además, dicho plan de estudios debería brindar a los niños y adolescentes conocimientos y herramientas que posean un carácter social, para que adquieran seguridad en el momento de debatir ciertos temas de actualidad. También es importante introducir a los niños el valor funcional de la ciencia, para que sean capaces de explicar fenómenos naturales cotidianos y darles lo necesario para que puedan indagar la realidad natural de manera objetiva, rigurosa y contrastada, así poder educar críticamente a las nuevas generaciones.
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